Utilidad

El establecimiento de requisitos y normas para asegurar que los nuevos proyectos cumplan con los estudios actuales vigentes que los especialistas han considerado deben formar parte de los edificios, tendrá en cuenta los siguientes criterios:

  • La seguridad estará presente en todas las decisiones de diseño. La arquitectura dispondrá los medios pasivos adecuados para facilitar el control de los internos, el trabajo de los empleados y la intervención de las fuerzas de seguridad cuando sea preciso. Asimismo creará los obstáculos necesarios para evitar determinados actos antirreglamentarios que suponen riesgos para los ocupantes e instalaciones.

  • Redundancia de las instalaciones críticas, ya que el establecimiento deberá encontrarse en condiciones de facilitar sus prestaciones en todo momento y cualquier avería debe solucionarse sin interrumpir los servicios habituales. Con este mismo criterio, ciertas instalaciones y equipamientos se dimensionarán para el doble de la capacidad teórica del mismo, en previsión de atender casos de sobreocupación.

  • Flexibilidad en la utilización. Se puede presumir que a lo largo de la vida útil, sus dependencias serán ocupadas en distintos momentos por usuarios de diferentes características. Un diseño flexible de sus espacios permitirá el cambio de ocupantes sin necesidad de realizar grandes obras de adaptación.

  • La funcionalidad permitirá mediante el uso adecuado de los diferentes espacios que conforman el todo arquitectónico se relacionen de forma lógica y racional satisfaciendo las necesidades internas y externas del espacio de comunicación e interacción, así como las psicológicas del hombre ya que una solución funcional no solamente responde a necesidades físicas, sino que también cumplirá las de orden espiritual. El espacio funcional resolverá fácilmente los problemas de movilidad humana y de ubicación de los elementos de mobiliario y equipo.

  • Equiparación de los estándares con los de otras Administraciones Públicas y Organizaciones especializadas en materias específicas, para facilitar el trabajo de los profesionales, respetar los derechos no restringidos de los internos y facilitar su integración social al permitir que determinadas actividades se puedan realizar en condiciones similares a las de personas libres.

  • Racionalidad en la definición del Programa de necesidades que se adecuará a la renta media de la población, tomando como referencia los estándares habituales en la sociedad, de manera que la estancia en el establecimiento no suponga una discriminación ni un privilegio.

  • Ubicación estratégica de los puestos de control, para reducir las necesidades de personal de vigilancia al estrictamente necesario para el buen funcionamiento del establecimiento,

  • Austeridad en las formas, evitando en lo posible que cualquier manifestación de diseño perjudique la propia funcionalidad de los edificios.

  • Independencia en las circulaciones internas, con una organización clara que impida interferencias no deseadas y optimice los itinerarios internos para reducir los tiempos de los recorridos.

  • Diafanidad de los espacios para facilitar el control, la sensación de amplitud.

  • Estructuración de los controles de accesos a las distintas dependencias de manera que la seguridad interior quede garantizada en todo momento.

  • Estudio de normas y pautas de referencia sobre mobiliario y equipamiento penitenciario, para asegurar su higiene, seguridad y durabilidad.

  • Guías de uso del espacio y las instalaciones penitenciarias.

  • Manuales para el mantenimiento, planta física y equipamiento.