La elección de un material en Arquitectura, construcción o decoración tradicionalmente viene condicionada por los siguientes factores:
– cualidades estéticas apropiadas
– aptitud para el trabajo que debe soportar
– resistencia a los agentes agresivos
– coste hasta quedar recibido a la obra
En la actualidad, las exigencias derivadas de la sostenibilidad, nos obligan además a tener en cuenta:
– consideraciones térmicas de su fabricación y utilización
– capacidad de reciclaje
Su durabilidad es consecuencia de su resistencia a la acción de los agentes agresivos que tienden a deteriorarlos o destruirlos.
Las agentes agresores pueden ser:
– mecánicos: choque y roce
– físicos: agua (líquida o hielo) y calor
– químicos: reactivos
Los establecimientos penitenciarios están formados por edificaciones públicas sometidas a uso intensivo, en las que debe garantizarse la seguridad de sus ocupantes. Estas dos circunstancias condicionan la idoneidad de ciertos materiales al obligar a mayores exigencias en cuanto a aptitud para el trabajo que deben soportar y considerar a influencia del factor humano como virtual catalizador de los agentes agresivos. En consecuencia, los materiales utilizados en la construcción y equipamiento de un establecimiento penitenciario deben reunir las siguientes condiciones adicionales:
– resistencia al vandalismo y al maltrato.
– inocuidad, entendida como cualidad de obstaculizar la construcción de objetos cortantes o punzantes.
Estas dos últimas condiciones limitan en gran medida la utilización de materiales habituales en la vida cotidiana y nos obligan a adaptar a las especiales circunstancias de los establecimientos muchos de los elementos habituales en construcción.