Cuenta la tradición popular, aplaudida por Azorín, en Argamasilla de Alba, desde fechas próximas a la muerte de Miguel de Cervantes, que éste sufrió allí cárcel por orden del marqués don Rodrigo de Pacheco, hidalgo ·demente”, quién habría pedido prestada la cueva de su bodega a su amigo el alcalde Medrano para escarmentar al escritor y a su vez pudo servir de inspiración para la figura de don Quijote.
¿El motivo?: Bien la presión ejercida por Miguel sobre el aristócrata en su afán recaudatorio, bien una posible estafa al quedarse parte de la recaudación o bien por un asunto de faldas con la sobrina de Don Rodrigo a la que después de un requiebro amoroso, habría tratado con desprecio. Alguna de estas razones, o todas ellas juntas, serían el pretexto del marqués para encerrar a Cervantes.
El escarmiento habría sido de tal magnitud que explicaría las primeras palabras de su obra maestra: “En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme,…”
La Casa de Medrano era un caserón manchego, con un gran patio, desde el que se daba acceso, a través de una escalera a una dependencia situada bajo parte de la edificación. Al final de la escalera se encuentra la puerta de acceso a este sótano. Otra escalera, adosada a la pared opuesta de forma transversal, sugiere una circulación que divide el alargado local en dos partes de dimensiones similares, mas proporcionadas. Desde esta última se puede descender a una sala de planta rectangular, alargada, excavada en el terreno donde una columna parece servir de soporte al muro de la fachada situado sobre ella. Al fondo de esta sala, a la derecha, una vez sobrepasada la comuna, nace un pasillo que dispone de seis nichos en sus lados.
Este tipo de construcción fue muy habitual en las tierras manchegas para conservar el vino de las cosechas. La profundidad del segundo sótano permite mantener una temperatura bastante homogénea durante todo el año, ya que los más de tres metros de terreno que existe sobre su techo permiten un gran aislamiento. La ventilación que se realiza por medio de unas pequeñas chimeneas que asoman a la calle en el zócalo del edificio, facilitan la renovación del aire y evita la formación de condensaciones.
Pero esta disposición no difiere mucho de algunas cárceles de épocas anteriores, ya que el primer sótano puede servir para alojamiento de un retén de guardia que custodia a presos encerrados en el segundo nivel, que no pueden salir de su encierro sin pasar delante de sus vigilantes, organización espacial que recuerda la cárcel Mamertina de Roma y su Tullanium. Si a esto se añaden los grillos y cadenas, que se utilizaban en aquella época, la huida se antoja bastante complicada.
La casa, propiedad original de la familia Medrano, fue adquirida en 1862 por el infante Gabriel de Borbón, para fines culturales. Un año después el editor Manuel Rivadeneyra trasladó aquí parte de su imprenta para editar su célebre Quijote de 1863, con prólogo de Eugenio Hartzenbusch, defensor de la teoría de la estancia de Cervantes en su prisión.
En la celebración del tercer centenario del Quijote, en 1905, hombres ilustres de la talla de Aazorín visitarón el lugar para rendir homenaje al escritor.
Un devastador incendio ocurrido también en 1.905 dejó casi en ruinas la construcción, si bien no afectó a la planta baja ni a los sótanos, que permanecieron casi intactos. Su gran patio se utilizó en otras épocas como corral de comedias. Adquirida por el Ayuntamiento en 1970, el inmueble es declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de monumento, por Decreto 3147/1972 de 26 de octubre, publicado en el BOE el día 16 de noviembre del mismo año. La casa fue restaurada y ampliada recuperando su segunda planta en 1.990 y, a su vez transformada en Centro Cultural y punto de información turística, con la fachada de la primera planta tratada con otros materiales, de forma deliberada, al objeto de diferenciar la antigua construcción de la nueva.
El pintor de Valdepeñas Gregorio Prieto creó en este lugar, en 1968 la Fundación que lleva su nombre y legó 17 obras al pueblo de Argamasilla, que constituyen la exposición permanente del Centro Cultural.
En 2015 la Real Academia Española, celebra allí un pleno extraordinario, con motivo del cuarto centenario de la Segunda parte del Quijote.